Hoy escribo versos a la muerte,
Para que mi alma no se lleve,
Pues solo conquistándola,
Tu alma no se llevara...

Hoy cambio lágrimas por sangre,
Para desangrarme en lugar de llorar,
Cambio un sueño roto por una daga,
Para herir a otros para que solo no sufra.

Hoy cambio tantas promesas que me hice,
Por la pasión que me faltó para cumplirlas,
Cambio todo lo que soy por un nuevo ser,
Para volver a equivocarme sin dudar.

Hoy cambio cada sentimiento por un alma nueva,
Para que este cuerpo ya no sienta, ya no viva.
Cambio todos y cada uno de los versos que escribí,
Por un talento que pudieran de mi admirar.

Hoy cambio todas estas cuerdas rotas por una voz,
Para poder hablar y no callar como lo hice antes,
Cambio poemas y acordes por algo en verdad especial,
Para no sentirme vacio y dejar de mirar atrás.

Hoy cambio estos ojos ciegos por estrellas,
Para que mi mirar solo despida un frio tiritar,
Cambio este corazón lleno de pesares por cadenas,
Para ver que no hay diferencia entre sentimientos y prisión.

Segunda carta

Cada día me cuesta más cargar con esto,
El cargar con la duda ya no me deja respirar,
He decidido deshacerme este pesar,
Es mejor lastimarme ahora que seguir así.

Yo se que no tengo nada especial para ofrecerte,
Solo tengo este corazón herido por cada error,
Una pluma cansada de engañar a las palabras,
Y este hueco en el alma que no se llena.

¿Cómo demostrarte que todo es verdad?,
¿Cómo demostrarte que he cambiado?,
Que esta vez luchare hasta el final,
Estaré ahí mientras de ti no obtenga rechazo.

Sabes a veces quisiera comprender,
Que tus ojos son estrellas distantes,
Que quizás nunca brillaran para mí,
Por eso solo los contemplo a lo lejos.

Y aquí estoy escribiendo una vez más,
Con tinta de sangre y lágrimas esperando,
Esperando cambiar el silencio por un suspiro,
Cambiar este sentimiento por una mirada tuya.

Te pido una oportunidad para estar a tu lado,
Para estar contigo y besar tu mano,
Para decir tu nombre y no solo pensarlo,
Para que este te amo no quede en el silencio…